Decoración de salones

Un casamiento, un bautismo, un cumpleaños. Niños y grandes. Invitados y agasajados. Todos disfrutan de un ambiente bien decorado.
Con el impresionante desarrollo de los diferentes medios de comunicación ahora tenemos al alcance de nuestras manos un mundo casi infinito de ideas y métodos a seguir para la decoración de salones.
Ahora bien, las teorías dicen que existen algunos puntos básicos desencadenantes a la hora de comenzar a organizar el evento.
Sé parte de la base de los gustos de la persona agasajada. Colores, personalidad, idea de la fiesta, cantidad y tipo (grandes, chicos, etc.) de invitados y parte por demás importante de esta organización es, por supuesto, el salón.
Lo primero es saber qué cantidad y tipo de personas habrá como invitados. A partir de ahí podemos empezar a pensar el tipo de salón. Gracias a que las fiestas por más pequeñas que sean se acostumbra a realizar en lugares alquilados, el mercado ha crecido muchísimo. Hay salones de variadas categorías y diseños. Los hay improvisados y también especialmente diseñados para eventos. Los hay de niños y de grandes, femeninos y masculinos, así como también neutros.
Es importante auxiliarse con anotaciones, ya que aunque no parezca embarcarse en semejante organización llevará más tiempo del que pensamos.
A partir de la cantidad de invitados también surgirá la cantidad de mesas que serán necesarias y dependerá esto también del tipo de mesas que se quiera utilizar. Las variantes son rectangulares, redondas o cuadradas. Desde siempre las redondas fueron las más utilizadas en eventos sociales. La razón es que las líneas curvas invitan de manera inconsciente a la comunicación mientras que las rectas delimitan mucho más. Generalmente las mesas redondas acogen entre ocho y diez personas, por lo que considerando un evento de cien personas no se puede contar con menos de diez mesas.
En este punto volvemos al tema de la elección del salón ya que es indispensable que la capacidad del mismo sea apta para la cantidad de invitados. No sólo tenemos que pensar en las mesas sino que además en la distribución de las mismas. Asimismo, es preciso pensar en el espacio que indefectiblemente tenemos que dejar entre unas y otras para la circulación rápida de los mozos y comensales que quisieran trasladarse de mesa en mesa para conversar. Sin perder de vista que el mismo agasajado querrá recorrer el salón para compartir con todos el evento.
Sin lugar a dudas, la decoración de salones, es un juego de colores y cantidades para disfrutar.
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